Vero Boquete, ex internacional absoluta, escribió un artículo en The Guardian donde explicó su lucha y la de todas las futbolistas del país durante años, que se vio reflejada en una explosión de realidad durante la premiación de la Copa del Mundo y el discurso en el que Rubiales dijo que no dimitiría.
Boquete sentenció a la Real Federación Española de Fútbol como responsable de lo ocurrido con Rubiales: "La situación con Rubiales es difícil de explicar a un público internacional porque es algo histórico y cultural de nuestro país". Así comienza el escrito de la mediocampista, en el que además cuenta que tras hablar en 2015 de la histórica situación de maltrato y abuso de poder de Ignacio Quereda, tanto ella como muchas de sus compañeras, nunca volvieron a jugar con la selección nacional.
Si bien, Vero destaca que durante estos ocho años, hubo muchos cambios, falta mucho por mejorar, ya que "todavía hay mucha gente que tiene una mentalidad sexista". En este sentido, señala que esto se debe a que "la mayoría de los dirigentes del fútbol español son hombres de una determinada generación con mentalidades definidas, machistas". Por esto es que la futbolista señaló directamente a la Federación con respecto a lo visto de Rubiales: "este es un problema mucho más profundo".
La jugadora de la Fiorentina resaltó la importancia de los hechos ante los ojos del mundo entero: "¿Si Rubiales no hubiera besado a Hermoso? Estaríamos hablando de que es el mejor presidente de una Federación, y Vilda el mejor entrador de Europa. El mundo seguiría con normalidad". Y es que tras conseguir el campeonato mundial, todo lo que sucede puertas para adentro queda invisibilizado, inclusive cuando las propias futbolistas se muestran descontentas, en una constate lucha por cambios que son necesarios desde hace años, y tras los que las únicas perjudicadas han sido ellas mismas quedando afuera y tirando por la borda los más grandes sueños de cualquier futbolista.
Sucedió con las mujeres que denunciaron a Quereda en 2015, y volvió a suceder en 2022 cuando 15 futbolistas renunciaron a la selección hasta que hubiese cambios reales y mejoras en las condiciones brindadas por parte de la RFEF. La respuesta de la Federación fue la misma para todas: buscaremos a otras jugadoras que "si quieran representar a España", como si lo que buscaran las futbolistas fuese un "capricho".
"En España siempre hemos tenido talento. Tenemos una generación de futbolistas fantásticas. No son sólo 23 jugadoras que estuvieron en el Mundial, sino las que se quedaron en casa y las que nunca fueron convocadas", resaltó Vero Boquete, en referencia a todas las que, como ella, han venido luchando hace años por un fútbol más igualitario e inclusivo.
"Ahora es el turno de actuar del gobierno, los políticos y las organizaciones correspondientes", llamó a la reflexión a los cargos más altos de España, Vero. "Son personas externas las que deben decidir qué sucederá ahora y cómo cambiaremos esto", sentenció.
Ahora ya nadie puede mirar para otro lado, ya "las futbolistas y la sociedad española han dicho cuál es el problema", expresó Boquete y explicó: "todos lo hemos visto, ya no hay más secretos. Ahora todo el mundo lo sabe".
Tras las evidencias y todo el historial con el que carga el fútbol femenino, la centrocampista fue muy clara en los cambios que se vienen pidiendo hace años: "El problema no es si Rubiales se va, o es despedido: es más profundo". Tras los 30 minutos en los que habló en la Asamblea del viernes 25 de agosto, ha ha dado la certeza de que hay muchas más problemáticas internas dentro de la Federación. "Cuando Rubiales habló, fue surrealista, bochornoso y vergonzoso. En ese momento permitió que la frustración y el engaño se convirtieran en ira. Ahí dijimos #SeAcabó", dijo Boquete. "Hemos alcanzado un umbral y estamos en guerra para conseguir cambios", sentenció Vero.
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