Tras una semana de compromisos en competiciones europeas saldada con éxito por los nuestros que trajo por contra un duro correctivo para el conjunto gironí, afrontamos el último esfuerzo antes del enésimo parón de selecciones. La baja disciplinaria de Julen Agirrezabala será cubierta por un Padilla al que anteriores actuaciones respaldan. Total tranquilidad.
Dentro de la habitual política de rotaciones de Valverde, probable protagonismo para jugadores que no lo tuvieron frente al AZ, como un Adama Boiro preparado para dar descanso a Yuri Berchiche o un Álvaro Djaló necesitado de confianza y mayor presencia para intentar confirmar aquellas perspectivas por las que se le trajo. Lo que tiene por delante es de mucho nivel y por si fuera poco, otro rival por el puesto, Berenguer, sigue dando un excepcional rendimiento. Tendrá que revertir la situación en entrenamientos y aprovechando cada pequeña oportunidad. Se espera más de él.
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Los Williams no pueden ni deben jugarlo todo. Este molesto fútbol de selecciones no los va a dejar parar. Tiremos de relevos de garantías. En defensa, a falta de Yeray posiblemente Nuñez. Y en el centro del campo está por ver si un fatigado Galarreta descansa y recuperamos alternativas en el medio centro.
El equipo está dando un gran rendimiento, y más allá de cuentas de la lechera y lamentar puntos perdidos injustamente o in extremis por fallos propios, merece confianza absoluta. Ojo con el Girona. Nuestras últimas visitas, empate y derrota. Apostemos por traer puntos.
Plaga
No será porque no se venga advirtiendo desde hace tiempo. Semanalmente, y especialmente en jornadas de futbol continental, asistimos abochornados al aumento de protagonismo de los violentos en y alrededor de los campos de fútbol.
Parece increíble que quienes tienen las herramientas en su mano no se lo tomen suficientemente en serio y adopten las oportunas medidas para erradicarlos de este espectáculo de masas que utilizan como altavoz para demostrar su miseria. Se despiertan conciencias tarde, sobre todo cuando ya hay muertos. Buenas y contundentes intenciones se van atenuando y cayendo en el olvido para dejar que con el tiempo los violentos ganen nuevamente terreno.
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Al paso que vamos, los que dejarán de asistir a los estadios ahuyentados por aquellos van a ser las cuadrillas de amigos y familias. ¿Vamos a dejar que se adueñen de lo que queremos disfrutar todos? Dado que parece ser lo que más les apetece, ¿porqué no se citan para pegarse donde no molesten y nos dejan en paz al resto?
En lo relativo al Athletic, agradecer que desde la Directiva se pongan manos a la obra. El comunicado del Club es altamente esperanzador. Es fundamental una estricta y contundente puesta en práctica de aquello que a día de hoy es únicamente una demostración de buenas intenciones. Que ya es algo, por cierto. Los socios deseamos que se vayan y nos dejen en paz. ¡Fuera de nuestra casa, aquí no sois bienvenidos!
Si nada se tuerce, aquí en siete días.