El Sevilla ha enviado al Comité Técnico de Árbitros un informe a modo de queja formal por la actuación del árbitro balear Luis Bestard Servera que dirigió el partido que su primer filial, el Sevilla Atlético, disputó el pasado fin de semana en el grupo 2 de Primera RFEF y que perdió por 4-1 contra el Marbella. El Sevilla, así como todos los que presenciaron el encuentro, estima que estuvo muy marcado por las decisiones del colegiado. Éste expulsó a los sevillistas Castrín y Darío Benavides en la primera parte, dejando a los visitantes con 9 jugadores en el minuto 37, y concedió además un gol fantasma al club local, si bien no son los únicos errores que remarca el club de Nervión que señala que el árbitro balear cometió hasta seis fallos que le perjudicaron a su filial.
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El primero de estos errores es la expulsión de Castrín, que provocó que el equipo que dirige Jesús Galván, que también vio la roja, se quedara con un futbolista menos contra el Marbella. El Sevilla considera que la falta no es merecedora de roja directa y aporta además que antes su futbolista Stanis Idumbo recibió una entrada que fue incluso más dura y que no fue castigada. El segundo error, según el Sevilla, llega en la acción en la que Darío Benavides recibe la segunda tarjeta amarilla. El Sevilla considera que no hay ni siquiera falta del lateral derecho. El balear no dudó y sacó la segunda amonestación provocando que el Sevilla se quedara con nueve jugadores cuando aún quedaban algo más de 50 minutos de encuentro más los dos descuentos de los dos partes.
También se queja el informe del 1-0 a favor del Marbella, pues en las imágenes no se aprecia que el balón superara completamente la línea de gol después de golpear el larguero. Bestard Servera concedió un gol que desembocó en la protesta de Jesús Galván, entrenador del Sevilla Atlético, que fue expulsado.
Además, el club de Nervión, que también se queja de que el colegiado no diera un gol fantasma a Antonetti y diferente criterio a la hora de pitar penalti por manos en las distintas áreas (lo hizo en la del Sevilla y no en la del Marbella), ha hecho constar en su reclamación que el encuentro se diputó en una instalación que no cumple con los requisitos mínimos de una categoría como la Primera RFEF, con deficiencias en vestuarios y sala de prensa, con falta de corriente eléctrica, y que además las porterías no eran reglamentarias.