Tal y como apunta MotorSport, el Mundial de MotoGP ha decidido pausar el desarrollo de motores durante las próximas dos temporadas, antes de la implementación del nuevo reglamento que entrará en vigor en 2027.
De esta forma, los fabricantes podrán concentrarse en adaptar las motos a la nueva normativa, sin necesidad de realizar inversiones en los motores, excepto por las actualizaciones que se implementarán la próxima temporada.
Para contextualizar, bajo la normativa actual, los constructores podían, cada temporada, presentar motores completamente nuevos y diferentes antes del primer gran premio de cada temporada, quedando sellados y ya no pudiendo ser modificados el resto del año.
En cambio, con la congelación de motores acordada por todos los fabricantes, el motor que cada equipo presente el jueves del GP de Tailandia 2025, el primer evento del calendario del próximo año, será el mismo que utilizarán durante toda la temporada. Cada equipo podrá contar con hasta ocho unidades a lo largo del año.

GP de Japón en 2024
La FIM (Federación Internacional de Motociclismo) confirmó y matizó que se podrán hacer cambios en las unidades de potencia por motivos de seguridad o fiabilidad, algo que ya pasaba: "La especificación del motor en la categoría de MotoGP se congelará para 2026, lo que obligará a todos los fabricantes a utilizar su especificación de 2025 la temporada siguiente".
El objetivo es controlar los costos y asegurar la igualdad de condiciones antes de la implementación del nuevo reglamento en 2027. Se permitirán ciertas concesiones para correcciones relacionadas con la seguridad o la fiabilidad, así como en casos de falta de disponibilidad de componentes, siempre que no se produzca un aumento en el rendimiento.