Modric quiere alargar tras ser tercero

A veces cuesta de entender que después de 62 partidos de Campeonato del Mundo, aún haya tiempo para disputar un partido por el tercer puesto para el que es difícil encontrar motivaciones entre los dos perdedores en las semifinales. En este caso, Croacia y Marruecos, que tuvieron un bonito homenaje. Una despedida a dos selecciones revelaciones, que sorprendieron -especialmente la africana- colándose entre los cuatro mejores del Mundial de Qatar. Ganó Croacia en un choque emocionante (2-1), gracias a los goles de Gvuardiol y Orsic, que superaron al de Dari.

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El gran aliciente era la despedida de Luka Modric en una Copa del Mundo, pero no de la selección. El centrocampista del Real Madrid, a sus 37 años, dijo en rueda de prensa tras el partido que intentaría llegar hasta la Nations League. Casi 16 años representando a su país y convirtiéndolo en subcampeón del mundo en 2018 y en tercer clasificado y aún le queda cuerda. Se lo repensó.

El conjunto de Zlatko Dalic quería brindarle una victoria a su capitán en su último baile. Y salieron con esta intención ya desde el principio en un partido abierto, más de lo esperado, entre dos de los equipos que menos han encajado en este Mundial. Una vez caídos en semifinales, poco tenían que perder unos y otros. Tampoco la FIFA, que designó al árbitro qatarí, Al-Jassim, que demostró en el segundo tiempo que el partido le venía grande. Así que, entre todos, a divertirse.

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Tanto Dalic como Regragui movieron su once. Mantuvieron algunos futbolistas importantes, pero hicieron rotaciones para dar oportunidades a futbolistas que habían jugado menos. También tocaba premiar a algunos. Y sin temor ni presión, salieron al césped del Estadio Internacional de Khalifa.

Croacia pegó primero. Bono dio el susto con su juego de pies, casi se mete un autogol, pero el primer tanto llegó pronto y de estrategia. Jugada trabajada en la pizarra, que acabó con un golazo de Gvardiol, de los mejores centrales del torneo a pesar de Leo Messi. La puso Modric, Perisic la amortiguó hacia el punto de penalti y el defensa del Red Bull Leipzig, tirándose en plancha, la ajustó de cabeza prácticamente a la escuadra. Sensacional tanto croata para abrir la lata del aperitivo de la final.

Pero la respuesta de Marruecos no tardó en llegar. Dos minutos después, en el 9', Dari igualó el encuentro. Balón al área, mal despeje de Majer y lo aprovechó el central marroquí para superar a Livakovic.

Tras el empate el partido se serenó, aunque seguía sin un dueño claro. Modric intentó sorprender con un zurdazo que puso a Bono en apuros y Ziyech también se atrevió desde la lejanía. Primaba el talento y llegó una delicia de Orsic poco antes del descanso. Ya dentro del área, desde la izquierda la picó con toda la intención al palo largo. Una parábola exquisita que sorteó a Bono y tocó al poste antes de entrar. Un golazo.

Tras el descanso siguió el toma y daca y el encuentro por el tercer puesto siguió intenso y vivo. Orsic, que no tenía bastante con el golazo que ya había conseguido, intentó sorprender a Bono, aunque esta vez su chut desde la izquierda se fue al lateral de la red, engañando a un sector del público que la vio dentro por el efecto óptico.

Croacia tiró de oficio y a medida que se acercaba el final del encuentro, lo controló mejor. Aunque casi se le complica por un error considerable del colegiado Abdulrahman Al-Jassim. El árbitro local no vio un claro penalti de Amrabat sobre Gvardiol, a falta de un cuarto de hora del final. El central se unió al ataque y le había ganado la posición al centrocampista marroquí, que lo zancadilleó por detrás.

Y en la jugada siguiente, cuando se esperaba la revisión de VAR, Marruecos pudo empatar. Por suerte apareció Livakovic para salvar el tiro de En-Nesyri. Después no entraron desde la sala de vídeo. Juguen, jueguen. Hasta el final, que se creció Marruecos, sacando su honor y dando emoción al choque hasta el último segundo con un cabezazo ajustado del mismo En-Nesyri. Pero no se movió el resultado y Modric se fue del Mundial con una sonrisa.