Francia no necesitó de Kylian Mbappé para dejar encarrilada su presencia en los cuartos de final de la Nations League. En ausencia del crack, un doblete de Kolo Muani le brindó un injusto triunfo ante Bélgica (1-2), que queda casi fuera.
Era el partido de las ausencias. Y no eran moco de pavo precisamente. Si en Francia hay un fuerte descontento por no haber acudido Mbappé con su país, a lo que se suma la retirada de Antoine Griezmann hace unas semanas, la situación no es menos delicada en Bélgica donde, por si no fuera poco con la negativa de Courtois de jugar para Tedesco, no se contaba por voluntad de los futbolistas de Kevin de Bruyne y Lukaku.
Con dos únicos movimientos salió Deschamps a enfrentar a unos diablos rojos que parecían llevar las de perder. Dembélé entraba por un Olise que está mucho más en forma y se notó, pues el del PSG no aportó prácticamente nada en el primer tiempo, mientras que Koné jugó en lugar de Camavinga. Es más, Francia en general, a excepción de Barcola, fue un quiero y no puedo que hizo que la goleada de la pasada jornada pareciera una mera casualidad.
Aunque el problema esta vez estuvo casi más en la defensa, el mayor bastión de los galos, pero que personificó en Saliba unos primeros 45 minutos para el olvido. Bélgica fue mejor, corriendo a la contra y desequilibrando con Doku, pesadilla de Digne, pero donde no llegó lo hizo el central del Arsenal, que por lo pronto cometió penalti sobre Openda. Fue salvado por el linier, pero no por el VAR, aunque Tielemans amenizó algo más su día errando el lanzamiento directamente fuera.
Estaba Francia en clara desventaja y mereciendo encajar. Openda era un dolor de muelas, pero Barcola demostró ser diferente. Ya avisó en una jugada personal que sacó Casteels, pero tras colarse entre dos en el área provocó el penalti indiscutible de Faes por manos. Y no lo desaprovechó Kolo Muani, lanzador en ausencia de Mbappé (34’). Necesitó algunos minutos Bélgica para recuperarse y no dejarse ir. Aguantar hasta el descanso era el objetivo, pero de nuevo Saliba le abrió la puerta a Tedesco y esta vez Openda se encargó de transformar. La perdió el central del Arsenal en salida de balón y habilitó al punta del Leipzig y, aunque inicialmente el tanto fue anulado, el VAR hizo que subiera al luminoso (45+4’).
Esa versión tan dominante corriendo a los espacios de Bélgica no se dejó ver tanto tras el descanso. Fue una segunda mitad más insulsa, también porque Saliba estuvo más serio y Konaté se mantuvo en su buena línea. No hizo demasiados méritos tampoco Francia, que avisó no obstante en una jugada personal de Dembélé y en un tanto anulado a Koné por mano de Kolo Muani. Este último fue el héroe de la noche con un cabezazo a centro de Digne para recuperar la ventaja (63').
Le faltaba picante al partido y decidió ponérselo Tchouaméni. El del Real Madrid, al que le habían perdonado varias amarillas, compró tantos boletos que terminó expulsado. En una falta obligada, pues Tielemans estaba en la frontal solo tras un desajuste, dejando a Francia con diez. Lo que parecía una oportunidad para Bélgica en realidad no lo fue tanto. Deschamps sacó a Dembélé y reforzó la medular con Fofana, por lo que los de Tedesco se abonaron a meter balones al área. No había surgido ninguno efecto hasta en la última. De Cuypers la puso por bajo y Maignan se hizo grande para sacarle a bocajarro el empate a Openda justo antes del pitido final.





