Esta semana, en la que hay parón de selecciones, ha aterrizado una bomba en Alemania. No por un partido de su país, el primero post Neuer y sin Ter Stegen, lesionado, sino porque de la manera más inesperada se anunció el regreso de Jürgen Klopp al mundo del fútbol. No a los banquillos, de momento en ese sentido anda retirado tras dejar el Liverpool por agotamiento como una auténtica leyenda. Eso sí, su supuesto año sabático dura la mitad, no sabe estar quieto el germano, que como forma de cerrar un círculo será el máximo responsable de fútbol de los equipos Red Bull.
Un movimiento muy bien elaborado por la compañía de bebida energética. No solamente porque se consigue hacer a partir del 1 de enero con uno de los mejores y más entendidos técnicos del mundo, sino porque no hay nadie mejor para seguir con la filosofía implantada que Klopp. ¿Y cómo es eso posible? Porque Jürgen va a seguir los pasos de su maestro Ralf Rangnick. Hace ya años que el ahora seleccionador de Austria dejó la dirección de los Red Bull, haciendo figurar en el mapa de Alemania a Leipzig de forma inesperada, pero la tónica instaurada también en Salzburgo, de juego vertical, profundo y vistosidad. También de acierto en el fichaje de jóvenes jugadores. Rangnick pulió a Mané y luego se aprovechó Klopp en Liverpool. Ahora, el cometido de ‘The Normal One’ será el de darle más valor todavía a la apuesta futbolística de la academia, así como la de dar con el talento necesario para dar el siguiente paso. Incluso quién sabe si en París, donde se dice que el Red Bull está por hacerse con el otro club de la ciudad para competir con el PSG por la Ligue 1.
“Desafortunadamente, otro gran entrenador llega a la Premier”, dijo en 2021 cuando Rangnick se unió al Manchester United como director deportivo. Allí no cuajaron sus ideas, pero Jürgen sabía de lo que estaba hablando. Ralf fue el que le abrió las puertas a los banquillos en Alemania, el que lo formó en su idea y generó su identidad. No fue el único, otro campeón de Champions League como Thomas Tuchel también creció bajo su cobijo, así como también Julian Nagelsmann. Entrenadores que no serían lo mismo sin Rangnick. Klopp tiene un gran reto por delante.