En la selección femenina de Estados Unidos no se olvidan del polémico gol que anotó, en la fatídica tanda de penaltis, la sueca Lina Hurtig. Ese gol, que unos creen que no entró pero que la colegiada dio por bueno, significó el pase de Suecia a los octavos de final del Mundial y, como consecuencia, la prematura eliminación del equipo norteamericano.
La portera Alyssa Naeher es quien más claro lo tiene. No en vano estaba bajo palos cuando Hurtig lanzó. "Recuerdo que era como si todo fuera en cámara lenta. Honestamente, afirmaré hasta mi muerte que lo paré. Nadie podrá convencerme de lo contrario. He guardado las imágenes en mi teléfono y las he estado revisando de forma poco saludable con frecuencia. Lo he visto muchas veces", ha admitido.
"Fue una sensación muy extraña porque realmente estaba convencida de que lo había salvado. Pensé: 'Está bien, estamos dentro, nos clasificamos'. Cuando ella (la árbitro) hizo sonar el silbato y ellas todas corrieron y lo celebraron... No puedo describir la sensación que sentí. Fue la forma más extraña de terminar un partido".