Tanto le costó a River que no pudo exprimir esa inmensa ventaja que significa marcar el primer gol de visitante, sin merecerlo y en el cierre del primer tiempo. Se le hizo difícil el desarrollo en Santiago. Colo Colo fue más. Por eso y porque definirá el martes como local es valioso el empate para los millonarios. En casa deberían sentenciar la clasificación a semifinales en esta Libertadores que los obsesiona.
Eso sí, antes, el sábado, River tendrá que resolver nada menos que el Superclásico en la Bombonera. ¿Qué hará Marcelo Gallardo? ¿Pondrá titulares o reservará algunos para el martes? En estos días se sabrá...
En Santiago, River tuvo un momento soñado, el que podría desear cualquier equipo que se encuentra en problemas jugando de visitante en un escenario complicado...
Colo Colo lo dominaba y tenía el control de juego. Franco Armani había evitado el gol chileno sacándole un gran cabezazo a Javier Correa después de un pase sensual de Arturo Vidal. Ahí fue cuando River encontró una jugada con pelota detenida, un tiro libre/centro de Marcos Acuña que Germán Pezzella conectó casi con la rodilla izquierda, cayéndose, y la pelota se metió contra un palo. Un gol pergeñado entre un ex Sevilla y un ex Betis...
Iban 44 minutos. Se agotaba el primer tiempo. Más oportuno, no se consigue. Parecía mejor Colo Colo, pero el impacto lo dio River, que había tenido un buen cuarto de hora inicial de la mano de Nacho Fernández y que contó con dos chances que Miguel Borja no supo definir en el mejor lapso millonario, al principio, cuando lograba aplicar una presión alta asfixiante.
Luego, en el resto del partido, River padeció con el mediocampo chileno, con Vidal, con Esteban Pavez, con el Colorado Leonardo Gil y con Carlos Palacios.
Esa tendencia en el juego se sostuvo en el nacimiento de la segunda etapa. Colo Colo mantuvo la pelota y la búsqueda. Y tuvo premio. Después de que Javier Correa cabeceara apenas alto, surgió Vidal con una asistencia de crack y Palacios igualó poniéndola al lado de un palo.
Gallardo no tuvo reacción para reforzar el mediocampo, esa zona donde su River era superado. El Muñeco recién lo hizo luego del empate. Y al final terminó cambiando a todos sus volantes...
River no generó ninguna chance clara en esos 45 minutos finales. No encontró fluidez ni elaboración. Colo Colo contó con una nítida al final, un gran cabezazo de Guillermo Paiva que salvó Armani a puro reflejo. Sí, aunque lo ganaba, fue un buen empate para River. El martes definirá la serie en casa, en el Monumental. Habrá que ver hasta qué punto lo afecta el Superclásico del sábado.