El caso Rubiales

El caso Rubiales
Pitu Abril Periodista

Si viajamos a Viena podremos contemplar el cuadro ‘El beso’ del pintor Gustav Klimt. En lo que queda del muro de Berlín se conserva aquel beso apasionado entre el líder de la antigua URSS Leonid Brezhnev y el jefe de estado de la RDA Erich Honecker. Estas últimas semanas otro beso, este en Australia, seguro que habrá superado en visitas, reproducciones y comentarios al de Viena y al de Berlín.

La imagen del beso del presidente de la RFEF, Luis Rubiales, a la jugadora Jennifer Hermoso, es digna de estudio en las facultades de periodismo. En todas las teles esta imagen se ha repetido hasta la saciedad, pero lo perverso es que la imagen se paraliza en el momento del contacto labial entre Rubiales y Jenni, una pausa que lógicamente no se produjo pero que, intencionadamente o no, erotiza la escena. Otra imagen demoniza al supuesto malo de la película. Se trata del ‘frame’ escogido para ilustrar el plató en el que se ve a un Rubiales con cara de haber asesinado a un grupo de viejecitas.

Luis Rubiales dio un beso a Jenni Hermoso que cavó su tumba

Luis Rubiales dio un beso a Jenni Hermoso que cavó su tumba

Videotape RTVE

Sentencia dictada. Rubiales ya ha sido condenado por medios de comunicación, por políticos y por opinadores. También por la FIFA que, en un homenaje a la hipocresía, decidió suspender a Rubiales. Por si alguien lo ha olvidado, la FIFA es aquel organismo que organizó un Mundial en un país donde no se respetan los derechos humanos y mucho menos los de las mujeres.

A mí, el conocido ya como ‘caso Rubiales’ me empieza a recordar en algunos aspectos al ‘caso Vinicius’. Todo aquel que no mostrara su simpatía hacia este jugador tan bueno como díscolo era tachado de racista. Ahora todo aquel que no se pronuncie contra Rubiales entra en una lista de machistas culpables (sin el supuesto). A Xavi le echaron en cara que sus jugadores no se hubieran pronunciado. En las redes sociales han ‘matado’ a Luis Enrique por no apuntarse al carro de lo políticamente correcto, y también a Rafa Nadal por no decir nada sobre el tema. La paranoia ha llegado a tal extremo que van a destituir a un seleccionador por aplaudir, un seleccionador que acaba de ganar un Mundial.

Me preocupa que nos dejemos arrastrar por las masas. Me preocupan los linchamientos. Me preocupa el escarnio que sufre la madre de Luis Rubiales. Me preocupa el circo mediático que lo banaliza todo (“dejemos la huelga de hambre de la madre y vayamos ahora a ‘la tomatina’ de Buñol....”).

Pero por encima de todo me preocupa que se pierda el espíritu crítico. El periodista tiene la obligación de cuestionarlo todo, de ponerlo todo en duda, de no creerse nada sin haber escuchado antes a todos los protagonistas y haber consultado todas las fuentes. En la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, al entrar en la Facultad de Periodismo en la puerta te encuentras un cartel con este lema: “Si tu madre te dice que te quiere, vas y lo compruebas".

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