El Atlético de Madrid ha arrancado la temporada de una forma un tanto inestable. Es cierto que, en LaLiga, aún no ha perdido un solo partido; pero también lo es que está a siete puntos del líder de la tabla, el FC Barcelona. Y también lo es que ganó en la primera jornada de Champions pero cayó goleado en la segunda, ante el Benfica.
Es un arranque con muchas lecturas para los de Diego Pablo Simeone. Entre ellas, que está funcionando mejor en defensa que en ataque. Así lo reconoció el propio Cholo recientemente.
Un hecho en el que los dos delanteros firmados en este pasado mercado de verano, tienen su papel. Ninguno de ellos está a la altura de lo esperado. Pero en el caso de uno, el de Alexander Sorloth, el parón ha supuesto un impulso para él. En dos partidos, dos goles y una asistencia.
Que es ya más de lo que ha sumado con el Atlético en este arranque. Está claro que ahora mismo, este Sorloth no es el de la temporada pasada. En Villarreal, el noruego pudo acabar LaLiga como ‘Pichichi’ algo que terminó por demostrar que es un gran goleador. Y lo es de una manera muy completa porque a los 27 goles que sumó en este curso, 23 de ellos en Liga, se les sumaron otras siete asistencias.
Es decir, juega y hace jugar. Y en el Atlético se ha podido ver ya alguna pincelada, como el gol que se inventó con su robo en San Mamés, para que Correa le diese los tres puntos al Atlético.
En el cuadro castellonense, gracias a su envergadura es de los tres grandes candidatos que tenía el equipo rojiblanco para el puesto (Dovbyk, Guirassy y él) fue el que más segundas jugadas generó, el que más duelos aéreos ganó -2,4 de media por partido-. Bien es cierto que no fue el que más remató de los tres en el curso pasado, -2,3 de media por encuentro-, pero sí que fue el más efectivo. Y de lejos, es el que más estuvo por encima de lo que se espera de él, con un 8,69 de goles esperados.
Una realidad que contrasta con la actual, donde hay un Sorloth de dos caras, al que aprovechan en la selección de Noruega y el que aún está por encontrarse en el Atlético de Madrid.
APARICIONES INTERMITENTES
De rojiblanco suma algo más de 500 minutos hasta la fecha, 11 partidos, seis de ellos como titular. Simeone sigue dándole vueltas a cómo acoplar el puzzle de ataque, en el que raramente se ha visto jugar a la vez a Griezmann, Julián y al noruego. Un gol, en la primera jornada, y dos asistencias para el escandinavo.
Y con su país, en este último parón ya son dos goles y una asistencia. Es significativo porque con Noruega juega junto a Haaland, un delantero de características y físico parecido a él. Y sin embargo se las arreglan para que funcione.
GOLES ESPERADOS: MUY POR DEBAJO EN EL ATLÉTICO, MUY POR ENCIMA CON NORUEGA
En el Atlético, el Cholo hace alquimia para combinarle, pero aún sin dar con el delantero que la pasada campaña maravilló. Está claro que en el club rojiblanco, falta surtirle de balones. Simeone destacó esa como una de las claves al inicio de curso. Once partidos después, ni rastro. Mientras con Noruega tiene un ratio de goles esperados de 1,12 y lleva dos (está un 0,88 por encima de los goles que debería haber hecho respecto a los que ha hecho); en el Atlético tiene un 2,51 de goles esperados en LaLiga y está 1,51 por debajo de lo esperado. En total, 17 remates para un solo gol, o 20 si sumamos los de Champions.
Además, hablamos de un delantero que ahora mismo promedia 1,9 remates por partido en LaLiga; cuando en el curso pasado estaba en 2,3 por encuentro. En el curso pasado, con 11 encuentros disputados llevaba cinco goles ya de amarillo. Misma cantidad que en la 22/23. En la anterior, en la 21/22, sumaba dos a estas alturas. Hay que irse a la 20/21, para encontrar un registro tan pobre como el actual, en Leipzig, también con un gol en 11 partidos. Y hay que remontarse a la 18/19, en las filas del Cristal Palace para encontrarse con un curso sin goles en sus primeros 11 encuentros.
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