La delantera del Levante, Alba Redondo, marcó tres goles en el Mundial y llevó a España a lo más alto. En una entrevista con el medio valenciano superdeporte.es, habló sobre "los actos desafortunados" ocurridos en la entrega de medallas: "Se está empañando lo que hemos conseguido".
Alba ha hablado sobre el mayor éxito de la selección al haber ganado un Mundial y las repercusiones derivadas: "hemos revolucionado un país. Lo hemos vuelto a unir". El evento deportivo ha roto récords en todos sus puntos: afición presente en los estadios, visualizaciones de los partidos, e inclusive las repercusiones en España, tanto en la única derrota de la selección en la fase de grupos ante Japón, como en el partido que se disputó a las tres de la mañana ante Países Bajos.
"Este Mundial ha marcado un antes y un después. Ahora las niñas tienen referentes en las que fijarse", aseguró la futbolista remarcando que el logro es mucho mayor a la consecución de la Copa. Hace años que las jugadoras, tanto en España como en otras partes del mundo, mantienen una lucha permanente por mejorar las condiciones en el deporte femenino, y Alba asegura que "Esto es un punto de inflexión para decir que la mujer siempre ha estado, está y estará para dar grandes éxitos".
El momento más efusivo ha sido el pitido final de cada partido, sin embargo para Alba hubo algo más emotivo: marcó dos goles ante Zambia y otro contra Suiza: "Es una sensación que no se puede explicar", dijo tratando de describirlo. "Ahora mismo lo recuerdo y se me pone la piel de gallina", contó emocionada.
En torno a sus logros grupales y personales, Redondo es una fiel convincente de que la salud mental es indispensable para poder estar al 100% en cualquier deporte que se practique. En algún momento, la delantera pasó momentos de "bloqueo" en los que cuenta: "La barrera que me creaba, al igual que la exigencia que me ponía, era difícil de controlar". Destaca aquí la importancia tanto de su psicóloga, como de los psicólogos del Levante, que han sido quienes le han dado las herramientas para afrontar dicho "bloqueo" y lograr grandes cambios: "la cabeza es muy importante para mi, sino, no funciona todo lo demás", culminó sobre ello.
"Si a mi me dicen hace un año todo lo que he conseguido esta temporada, no me lo creo", cuenta la jugadora incrédula de haber llegado hasta aquí. Pero descreída de todo esto, confía en que todavía puede ser "mejor deportista" y "pondrá todos los recursos para ello", como lo ha hecho para llegar al Mundial: "era un sueño que tenía desde muy pequeña".
El potencial y la unión que ha demostrado el equipo durante la competencia, e inclusive también posteriormente cuando decidieron comunicar que no volverían, ninguna de las 23, a vestir la camiseta de la selección hasta que no hubiese modificaciones tras los hechos y el discurso de Rubiales, ha sido imprescindible para haber conseguido la medalla de oro.
"Nosotras sabíamos que un Mundial transforma equipos. Pero también sabíamos que teníamos mucho potencial dentro del equipo", aseguró Alba, que además cuenta que la abultada derrota ante Japón fue un golpe duro pero les sirvió para hacerse mas fuertes y no bajar los brazos ante las batallas a las que se enfrentaría luego: "Contra Japón fue un punto de inflexión, a partir de ahí, fuimos mejores".
También habló sobre la importancia de la familia y la crisis ocurrida en medio de los festejos, cuando se enteraron de que había fallecido el padre de Olga Carmona: "Fuero unas horas bastante agónicas. Le estuvimos apoyando, pero no fue fácil para Olga", contó Alba, que además se sinceró con que "no es nada agradable ver a una compañera llorar y derrumbarse".
Por último, la delantera confirmó que esta temporada seguirá jugando en el Levante, club al que ya regresó a entrenar y ha tenido un emotivo recibimiento. Sin embargo, de cara al año próximo, no ha cerrado puertas: "Hay posibilidades tanto de quedarme como de irme, pero la verdad es que aquí estoy muy feliz", culminó la campeona del mundo.
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